25 may. 2016
Probablemente deba comenzar
hablando de la “ironía” intencional de llamarlo Dreamless dado que el contenido
es todo lo contrario, música de ensueño y death metal celestial emergido de las
entrañas del abismo. Si lo piensas, que mejor ejemplo de ascensión que la de
esta mística creatura sonora que hoy es Fallujah. Banda cuyo primer álbum allá
por el 2011 “The Harvest Wombs” mostraba en su portada figuras en
auto-exploración. Esto podría tomarse como reflejo de su sonido aún en la
búsqueda de encontrarse en lo musical tanto como lo conceptual. Un sonido
crudo, inclinado hacia el deathcore progresivo que denotaba potencial pero no
estaba ni de cerca listo para consagrarse. Luego, The Leper Colony era el ep
que servía para presentar sus habilidades aniquiladoras en el metal de
exigencia; veloz, ruidoso y tan sobresaliente como para ser considerado por algunos
su mejor trabajo a la fecha, ya que eran las raíces más profundas que
desarrolló la banda hasta ese momento con apenas 18 minutos, sin embargo esta
no era la antítesis que planteaban y deciden cambiar de página para hacer lo
propio con The Flesh Prevails. Con esa placa lograron hacerse de la identidad
que perseguían, ya no era solo death metal voraz pero seguía teniendo la intensión
de serlo, había un propósito instrumental y sus secciones atmosféricas podían hasta
quitar el aliento. Dreamless hoy nos muestra en su portada a esa criatura de
aspecto etéreo que nos ofrece un vistazo
del nuevo mundo que han creado, esa arquitectura sonora que nos ha
dejado encantados; una dimensión donde la materia no tiene cabida y donde ni
siquiera la carne prevalece.
La primera impresión podría hacer
creer que nada ha cambiado excepto una mejoría notable en la producción desde
el álbum pasado o que se trataba de una versión diluida, pero hablando por mí, cada
vez que lo escucho me convenzo de lo contrario. Me refiero a que puedes tener
un platillo que te resulte delicioso y esperar 2 años por volver a probarlo, con
la esperanza de que la experiencia dé al chef nuevas ideas, que añadan un nuevo
sabor. Luego degustarlo, notar los mismos ingredientes y salir decepcionado si tu
grado de exigencia así lo demanda, al final yo estaría feliz de que el chef se
haya preocupado por darle mejor sabor, usando los mismos recursos. Dicho de
otra manera, aquí hay un mejor desenvolvimiento de todas las intenciones del álbum
anterior, intenciones que los convirtieran en gigante entre las bandas del
death metal moderno; trabajan la secuencia de sus tiempos con mejor precisión y
lo hacen con gracia. En un vistazo general TFP mantenía un sonido plano que no
dejaba entera satisfacción, un factor negativo que en Dreamless desaparece pues
ahora la dinámica de sus canciones se desarrolla con una fluidez efectiva y sofisticada.
Con ese cuidado en la composición, se toman el interés de crear una conexión
emocional con el escucha, en el sentido de llevarte a disolver con lo que está
sucediendo en lo instrumental. Un death metal atmosférico en el que es mejor cerrar
los ojos, apagar los sentidos y entregarte de lleno a la música. Ese potencial
latente aquí lo explotan por completo sin titubear, ese grado de devoción para
con su música y para quienes los seguimos, es de agradecerse.
Canciones como Scar Queen o The
Prodigal Son, resultan en un éxtasis melódico que convence al instante, las
atmosferas atrapan con delicadeza y surge la sensación de melancolía; suena a
Fallujah abriendo paso al progressive death metal con ambientes estilísticos del
shoegaze. Las guitarras se convierten en el atractivo principal de la función
manteniendo esa armonía angelical que les conocemos. Por su parte el vocal no
da tregua y de rango bestial no baja. El inicio de Adrenaline recuerda un poco
a lo hecho por los australianos de Vipassi, es decir, ambos trabajan ideas
similares con enfoque distinto, hacia el mismo objetivo. En la actualidad podría
decir que ya ha sido planteada toda clase de brutalidad y todo tipo de destreza
ultrasónica, y al igual que Fallujah, ellos apuntan a un death metal digerible
donde la armonía precede la agresividad pero sin restarle fuerza, esto desde
luego logrado con efectividad aumenta el impacto de su propuesta. Wind for
Wings y Lacuna entregan un nivel de agilidad con altas dosis de técnica, una
vez más probando esas habilidades aniquiladoras y la elegancia clase A de su
ensamblaje. The Void Alone conserva mucho de lo que escuchamos en TFP, tiene cierto
parecido a Sapphire pero se trata de una versión corregida y depurada, se
escucha con claridad el desarrollo hacia el clímax a lo largo de todas las
canciones. Sin duda tienen una intención y la expectativa crece hasta llegar al
punto máximo de intensidad, de esa manera sobresale The Void Alone del resto de
temas, cuando todo estalla y el grito de
“Paradise awaits as I unfold” retumba. Abandon y Amber Gaze contienen
particular distinción sobre todo el disco, acá se percibe la estética del
deathcore y uno que otro sutil breakdown hace aparición. El tema homónimo Dreamless
es quizá el que cautiva a profundidad y completa el extenso catálogo de matices
que la banda brinda. Sin la presencia de voces la musicalidad de fallujah se
manifiesta y da testimonio de la genialidad de sus miembros.
Ya sea que disfrutes lo que hace
esta banda o no, hablemos del mérito que les corresponde. Después de todo,
podemos asegurar que no existe otro grupo que suene remotamente parecido. Han
creado su propia marca a pasos agigantados, son pioneros en lo que hacen y
pasaron a ser banda digna de influenciar a nuevas generaciones de músicos. Con
Dreamless confirman que no son banda inflada y por segunda ocasión entregan
uno de los trabajos más interesantes que se haya escuchado en los últimos años.
Valoración: 9.0/10
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